El 95% de personas que compran gafas pregraduadas, sin asesoramiento profesional del óptico-optometrista, las escoge con un aumento mayor del que pudiera necesitar.

Según la Universidad de Santiago de Compostela (USC), solo un 2 % de la población presenta un defecto visual que podría ser compensado de forma muy moderada con gafas pregraduadas.

No existen deficiencias visuales susceptibles de ser compensadas de manera generalizada para toda la población. Por ello, su uso no es válido ni a largo ni a corto plazo para defectos refractivos comunes como es la presbicia o vista cansada.

Las gafas pregraduadas. ¿Qué son?

    • Las gafas pregraduadas, gafas de cerca premontadas o gafas de lectura prefabricadas (reading glasses) son sucedáneos de gafas graduadas elaborados en serie y que solo proporcionan aumento de imagen.
    • Solo deben servir para un uso de emergencia puntual.
    • Están elaboradas a partir de materiales y lentes de aumento de baja calidad óptica.
    • Son vendidas indiscriminadamente en tiendas de regalo, bazares, estancos, gasolineras o supermercados llegando incluso a tops-manta y mercadillos, sin contar con controles ni asesoramiento de profesionales sanitarios, como son los ópticos-optometristas.

¿Por qué los ópticos-optometristas no recomiendan su uso?

    • Se fabrican como producto de serie sin tener en cuenta las características visuales y anatómicas de cada usuario.
    • Suelen ser de muy baja calidad y durabilidad.
    • Sus lentes son simples lupas de plástico inyectado de baja calidad óptica.
    • La mayoría de las gafas pregraduadas analizadas presentan asimetrías y distorsiones.
    • La potencia de las gafas pregraduadas NO se corresponde en un 98% con la determinada por un examen visual optométrico.
    • Las gafas pregraduadas aplican solo el mismo aumento a ambos ojos. Esto puede perjudicar un ojo respecto a otro o a ambos ojos.
    • Utilizan siempre un mismo centrado o alineación óptica que NO coincide con los ejes visuales centrales del usuario.
    • Valores visuales como el astigmatismo o la anisometropía NO están en las gafas pregraduadas

Riesgos de utilización

    Usar como costumbre gafas pregraduadas puede derivar en una serie de anomalías y defectos en la visión del usuario, como:

    • Aumento descontrolado de la presbicia y otras deficiencias
      visuales.
    • Aparición de lagrimeo, cefaleas, dolores de cabeza y vértigos.
    • Déficit en la concentración, malestar, irritación y fatiga visual prematura.
    • Desarrollo o aumento de patologías visuales por la falta de control profesional.
    • Cansancio y bajo rendimiento visual y/o laboral.

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