Campañas de salud visual

Campañas de salud visual

[vc_row][vc_column width=»1/1″][sentence title=»“Unos ojos para descubrir el mundo”. Bajo este lema la Fundación Salud Visual y Desarrollo Optométrico y Audiológico lanza la Campaña de Salud Visual 2014 que este año está centrada en la visión de los escolares y apoyada por la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS). Esta iniciativa pretende concienciar a la población de la importancia de la salud visual del niño y de realizar revisiones rutinarias anuales, como pieza fundamental en el desarrollo educativo y social.» title_animation_duration=»600″ title_animation_delay=»0″ author_animation_duration=»600″ author_animation_delay=»0″][vc_column_text css=».vc_custom_1419613066642{margin-top: 20px !important;}»]PROBLEMAS DE APRENDIZAJE Y LIMITACIONES SOCIALES

Cuando la agudeza visual no es correcta, el niño se encuentra limitado para desarrollar actividades cotidianas como leer, ver la pizarra de clase o practicar su deporte favorito. «Las malas notas o el desinterés por las asignaturas muchas veces no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino que el 30% de los casos de fracaso escolar está relacionado con la existencia de algún defecto visual que impide seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones, leer con rapidez y comprensión y estudiar cómodamente, con el consiguiente lastre para su aprendizaje», explica Juan Carlos Martínez Moral, presidente de la Fundación Salud Visual.

De hecho, se calcula que el 5-10% de los preescolares y el 25% de los escolares  tienen problemas visuales como miopía, hipermetropía, estrabismo, etc., siendo la miopía un problema que va en aumento entre los estudiantes. El Presidente la Fundación Salud Visual, Martínez Moral, se muestra preocupado y explica: «Los niños cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un gran esfuerzo en visión cercana, como la lectura, ver la televisión, trabajar con el ordenador o jugar con la consola. Esto está produciendo un incremento de escolares miopes».

Pero también hay que tener en cuenta que los problemas de visión conllevan una gran cantidad de limitaciones sociales que perjudican el desarrollo, la personalidad y el carácter del niño. «No poder leer bien ni jugar y hacer deporte con los compañeros por mala visión pueden frustrar y aislar al niño, puesto que no logra integrarse de forma adecuada» afirma Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pedriatría Social.

El papel fundamental de los padres Según Juan Carlos Martínez Moral, Presidente de la Fundación Salud Visual, «El 10% de los niños padece ambliopía o también llamado ojo vago, pero más de la mitad de los padres lo desconoce y, por tanto, no busca tratamiento, lo cual influye en el rendimiento académico de los escolares».

Por ello es fundamental que los padres aprendan a detectar los problemas visuales de los niños de forma sencilla, simplemente tienen que observar si los niños tienen ciertos comportamientos o manías, y acudir al especialista cuanto antes:

¿Se acerca mucho al texto?

¿Adopta posiciones extrañas con la cabeza para tratar de enfocar mejor las imágenes?

¿Carece de buen criterio a la hora de elegir los colores?

¿Le cuesta prestar atención?

¿Se pega mucho a la pantalla del ordenador o televisor?

¿Adquiere posturas viciadas al escribir o dibujar?

¿Se frota los ojos habitualmente?

¿Le duele la cabeza con frecuencia?[/vc_column_text][notification_box header=»Vigile la salud visual de sus hijos» type=»info» top_margin=»page_margin_top» info_text=»ACUDA AL OPTOMETRISTA AL MENOS UNA VEZ AL AÑO»][vc_empty_space height=»20px»][/vc_column][/vc_row]

Efectos del uso de Pantallas en la Población Joven

Efectos del uso de pantallas en la población joven

[vc_row][vc_column width=»1/1″][sentence title=»El efecto del uso de pantallas en la población joven: En el año 2020, el 33% de los jóvenes serán miopes. Noticia de Europa Press recogida, entre otros, por el Heraldo de Aragón, publicada el 11 de febrero, basada en una entrevista con la vocal de Optometría Pediátrica del CNOO» title_animation_duration=»600″ title_animation_delay=»0″ author_animation_duration=»600″ author_animation_delay=»0″ author=»–Isabel Sánchez. – vocal de Optometría Pediátrica del CNOO»][vc_column_text css=».vc_custom_1419437398075{margin-top: 20px !important;}»]El uso diario de las nuevas tecnologías – móviles, ordenadores, tabletas o ‘ebooks’- está provocando un aumento en el número de jóvenes con problemas visuales. De hecho, se prevé que en el año 2020 el 33 por ciento de los adolescentes tendrán miopía como consecuencia de la utilización inadecuada de estos aparatos.

Así lo ha asegurado la vocal de optometría pediátrica del Colegio Nacional de pticos-Optometristas, Isabel Sánchez, quien, además, ha informado que un estudio realizado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha demostrado que por cada hora a la semana que un niño pasa al aire libre se reduce en un dos por ciento el riesgo de padecer miopía.

«El uso de móviles, tabletas, ordenadores o libros electrónico genera síndrome de fatiga visual. Esto se produce por la radiación que emiten los aparatos, porque se enfoca directamente sobre una fuente de luz y produce fatiga y, porque el uso efectivo del mecanismo de acomodación de los ojos que permite enfocar de cerca en este tipo de pantallas provoca un aumento en la capacidad de convergencia, dando lugar a la aparición de falsas miopías», ha explicado la experta.

Los principales síntomas que suelen aparecer por este uso indebido son cansancio, ardor de ojos, sequedad, picor o parpadeo constante. Además, la visión se vuelve borrosa, tanto de lejos como de cerca, hay dolor de espalda, de cuello, de cabeza e, incluso, se pueden producir cuadros de ansiedad.

No hay concienciación del riesgo. En este sentido, la experta ha alertado de que la sociedad no está realmente concienciada de que estos síntomas llevan aparejadosla presencia de alteraciones visuales, por lo que ha destacado la necesidad de que aumenten las campañas de prevención y de que los padres observen a su hijos con el fin de evitar estos problemas.

«El uso excesivo de estos aparatos hace que pacientes que no son miopes se hagan miopes y que pacientes que tenían miopía les aumente más de lo debido. Por ello, es necesario que haya una mayor concienciación porque, además, estos problemas visuales afectan también al rendimiento escolar de los pequeños», ha recalcado Sánchez.

Por todo ello, la experta ha aconsejado modular el tiempo que los niños pasan delante de un aparato electrónico; alejar las pantallas; poner un tamaño de letra grande para que el esfuerzo de lectura sea menor ; aumentar el contraste de la pantalla; tener una buena iluminación, preferiblemente luz natural; usar pantallas de alta resolución y evitar los reflejos.

Asimismo, la también vicedecana de la Facultad de Óptica-Optometrista de la Universidad Complutense de Madrid ha recomendado parpadear habitualmente para evitar la aparición del ojo seco; usar lentes de contacto con una permeabilidad alta y utilizar gafas que lleven un «buen filtro antireflejante».

«Estas son normas que nos pueden ayudar a disminuir un poco todas estas consecuencias. No obstante, en cualquier caso, lo fundamental es modular el tiempo que se utilizan estos dispositivos y, también, descansar cinco minutos por cada hora de trabajo».[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Lenguaje y Visión

[vc_row][vc_column width=»1/1″][sentence title=»El Lenguaje es otra de las habilidades cognitivas que junto con los procesos visuales forman una interacción indispensable para el aprendizaje, tanto es así, que ambas son parámetros que se miden en las pruebas de inteligencia y no por casualidad son incluidas en el modelo de visión de A.M. Skeffington, ya que él decía, que el procesamiento visual solo adquiere sentido cuando interviene el habla y la audición.» title_animation_duration=»600″ title_animation_delay=»0″ author_animation_duration=»600″ author_animation_delay=»0″][vc_column_text css=».vc_custom_1419426196328{margin-top: 20px !important;}»]Hay muchísimas teorías acerca de cómo adquirimos el lenguaje, quién más estudios ha dedicado a este tema es el famoso lingüista Noam Chomsky, él dice que nacemos con un software preprogramado en nuestro cerebro, ya que los nervios auditivos se mielinizan en el sexto mes de embarazo, de manera que en los primeros meses de vida, el niño (que tiene un sistema auditivo perfecto) es capaz de aprender los sonidos de todos los idiomas que existan, pero las cosas cambian desafortunadamente, ya que para el primer año, los bebés ya sólo pueden distinguir los sonidos del idioma al que hayan estado expuestos durante los últimos seis meses.

Concuerdo con muchos autores, que la Dislexia, como trastorno neurológico, es un problema de lenguaje y aunque los problemas visuales están presentes en los “disléxicos” no son la causa primaria de las dificultades para aprender a leer y escribir.

Y esto lo compruebo, al observar que los niños con dificultades severas de lectura y aún más en la escritura, (proceso que requiere de un tiempo mayor), se deben a problemas de lenguaje, tanto expresivo como receptivo; la capacidad cognitiva y lingüística proporciona cimientos únicos para la adquisición de muchas habilidades de comprensión cuando los niños empiezan a leer, de manera que, sí el niño no posee un lenguaje en su interior, le será difícil asentar nueva información, la lectura es más fácil cuando se conocen las palabras, por lo mismo, no es de extrañar que no comprendan lo que leen y por lo tanto, tampoco les guste leer.

El papel que juega la visión en la adquisición del lenguaje es de suma importancia, ya que además de aprender los sonidos, que depende de la capacidad auditiva, la conciencia de que todas las cosas de este mundo tienen un nombre no aparece sino alrededor de los dieciocho meses.

Este avance se debe a que el sistema visual ya funciona a pleno rendimiento hacia los seis meses y a medida que la capacidad de atención y percepción visual aumenta, mes a mes, aprende los nombres para describir lo que ve, aprende su significado, lo relaciona con el contexto en que se usan las palabras así como la intención afectiva y sus consecuencias, de manera que su cerebro empieza a relacionar e integrar información de varios sistemas, visión, cognición y lenguaje. Cuando el niño aprende a decir “mamá” o “papá” descubre que puede controlar la situación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Novedades en Control de Miopía

[vc_row][vc_column width=»1/1″][sentence title=»En un estudio reciente realizado sobre 150 niños se pudo apreciar que hasta el 73% de ellos pasan menos de 5 horas al aire libre.» title_animation_duration=»600″ title_animation_delay=»0″ author_animation_duration=»600″ author_animation_delay=»0″][vc_column_text css=».vc_custom_1419425898521{margin-top: 20px !important;}»]En este estudio se confirma la relación entre los problemas visuales y la falta de ocio infantil fuera de un lugar cerrado. En 2012 ‘Opthalmology’ publicó una investigación que recomendaba aumentar el tiempo de actividad al aire libre 1 hora a la semana para reducir un 2% la probabilidad de desarrollar miopía.

Aunque en época de vacaciones los niños pasan más tiempo en la calle, existe una tendencia cada vez mayor al entretenimiento con actividades de cerca, sobre todo con juegos electrónicos, lo que ocasiona un mayor riesgo de miopía.

En estos estudios también se concluye que uno de cada cinco niños encuestados no practica ningún deporte; y dos tercios de los niños que acude a las consultas de optometría son miopes; a mayor edad, altura y peso, mayor probabilidad de tener miopía; y, finalmente, si alguno de los padres o ambos son miopes, la probabilidad de tener niños con miopía es mayor.

AUMENTA POR EL ABUSO DE VIDEOJUEGOS Y REDES SOCIALES

La causa más probable, es el aumento de las actividades que se realizan en el interior. Algunos estudios han demostrado que los niños que realizan actividades a corta distancia (teléfonos móviles, videoconsolas, ordenador, etc) presentan una mayor prevalencia de miopía.

De hecho se estima, según un trabajo de la Universidad Internacional Valenciana, que un 77,7 por ciento de los niños y el 65 por ciento de las niñas entre los 8 y los 9 años pasa una media de 4 a 6 horas al día con videojuegos. Además, cada vez es menor la edad de inicio a los vidiojuegos, siendo los 5 años en los niños y los 6 en el caso de las niñas.

El riesgo de miopía funcional provocada es mucho mayor cuanto antes empiecen los niños a utilizar aparatos electrónicos de cerca.

La acomodación del ojo a los dispositivos electrónicos durante periodos prolongados de tiempo ocasiona que se utilice indebidamente la reserva de acomodación, lo que va a ocasionar una generación de miopes y la aparición de vista cansada varios años antes que en la actualidad.

LENTES DE CONTACTO NOCTURNAS

La miopía de aparición juvenil suele desarrollarse entre los 6 y 8 años de edad y puede progresar a una tasa de aproximadamente 0,5 dioptrías por año a lo largo de 15 a 16 años. La tasa de progresión en el rango de 5 a 8 años es de aproximadamente 0,6-0,7 dioptrías anual. Y a partir de los 9 años suele ser de 0,8.

Para frenar la progresión de la miopía, Hurtado recomienda la ortoqueratología, una nueva técnica que consiste en el uso de lentes de contacto especiales por la noche.

Estas lentes producen un moldeamiento corneal que permite compensar el defecto de graduación sin que tengamos que usar lentillas o gafas durante el día. En el caso de la miopía, se ha demostrado que el incurvamiento periférico de la córnea produce un menor estímulo para el crecimiento del ojo y por tanto puede retrasar la evolución de la miopía.

Otras recomendaciones son realizar revisiones periódicas para utilizar las gafas adecuadas, disponer de una buena iluminación y evitar el uso excesivo de pantallas electrónicas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]